Viejos reclamos en la nueva ronda de diálogo migratorio entre Cuba y EE UU
Alan Gross o la Ley de Ajuste vuelven a acaparar las conversaciones
Washington | Julio 10, 2014
Estados Unidos y Cuba tuvieron hoy en Washington otra ronda del diálogo
migratorio con el fin de combatir la migración ilegal y facilitar el
flujo regular, en uno de los pocos intercambios que mantienen los dos
países, sin relaciones diplomáticas, y en el que salieron a relucir
viejos reclamos.
El encuentro estuvo encabezada por el subsecretario de Estado adjunto de
EE.UU. para Latinoamérica en funciones, Alex Lee; y la directora para
Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina
Vidal.
En la reunión se evaluó la marcha de los acuerdos migratorios, así como
los resultados de las acciones emprendidas por cada una de las partes y
de forma conjunta para enfrentar la emigración ilegal, el contrabando de
personas y el fraude con documentos migratorios.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, señaló que se
trataron las prioridades en materia migratoria entre ambos países, "así
como ciertas áreas donde la cooperación es de interés nacional para
EE.UU., incluida la seguridad de la aviación, de búsqueda y rescate en
el mar, y la tramitación de visados".
En este sentido, la delegación de Cuba expresó su satisfacción por que
ambos gobiernos acordaran a inicios del mes de julio la puesta en vigor
de los "Procedimientos Técnicos Operacionales sobre Búsqueda y Salvamento".
Esta medida "permitirá a las autoridades de los dos países cooperar en
los esfuerzos por salvar vidas de personas que pudieran encontrarse en
peligro", señaló la delegación cubana en una nota.
La delegación estadounidense volvió a reiterar su petición de liberación
para Alan Gross, que fue detenido en Cuba cuando facilitaba acceso a
internet a una comunidad judía en la isla y fue condenado en 2009 a 15
años de prisión por "actividades subversivas" contra el estado cubano.
Por su parte, Cuba reiteró su petición de que Washington ponga fin a su
política de "pies secos-pies mojados" y la Ley de Ajuste vigente desde
1966, que establece que los cubanos que llegan a suelo estadounidense
pueden quedarse, mientras que los interceptados en el mar son devueltos
a la isla.
La delegación cubana señaló que estas leyes "alientan" la entrada
irregular de inmigrantes a Estados Unidos.
"El tráfico de inmigrantes y la emigración ilegal no se podrán
erradicar, ni se podrá lograr una emigración legal, segura y ordenada
entre los dos países mientras sigan vigentes", indicó la representación
de La Habana.
Por otra parte, enfatizó su "profunda preocupación" por el impacto de la
interrupción de los servicios bancarios debida al embargo que mantiene
EE UU sobre la isla y la "infundada inclusión" de Cuba en la lista de
países patrocinadores del terrorismo.
La parte cubana ofreció una actualización sobre los resultados de la
reforma migratoria que comenzó en enero de 2013, que suprimió
restricciones que limitaban las salidas de los cubanos al exterior.
Esta es la tercera ronda del diálogo bianual que se celebra de forma
ininterrumpida, después de las sesiones celebradas en enero pasado en La
Habana y en julio de 2013 en Washington, que habían quedado
interrumpidas abruptamente dos años antes.
Previo al diálogo, una fuente del Departamento de Estado, que pidió el
anonimato, indicó a EFE que "las conversaciones programadas no
representan un cambio en la política estadounidense hacia Cuba y tienen
naturaleza rutinaria".
La base del diálogo migratorio bilateral radica en los acuerdos de 1994
y 1995, por los que EE.UU. y Cuba se comprometieron a mantener una
inmigración "segura, legal y ordenada" y a revisar regularmente la
implementación de esos pactos.
"Seguir garantizando una migración segura, legal y ordenada entre Cuba y
Estados Unidos encaja con nuestro interés de promover mayores libertades
y un mayor respeto a los derechos humanos en Cuba", indicó el citado
funcionario.
Se calcula que de los dos millones de cubanos que viven en el
extranjero, 1,5 millones reside Estados Unidos.
El principal destino de los cubanos que salieron al exterior el pasado
año fue Estados Unidos, que recibió al 27,4 % de los más de 226.800
viajeros reportados oficialmente en la isla.
En 1994, EE.UU. y Cuba llegaron a un acuerdo migratorio tras registrarse
una oleada de balseros en la que las patrulleras estadounidenses
interceptaron en el mar a más de 30.000 cubanos que huyeron de su país
en frágiles embarcaciones con destino a EE.UU.
Washington y La Habana confirmaron en mayo de 1995 esos acuerdos
destinados a frenar la emigración clandestina, y en los que se preveía
que ambas partes se reunirían cada seis meses, de manera alterna en Cuba
y EE.UU., para repasar su aplicación y los aspectos técnicos de los mismos.
Source: Viejos reclamos en la nueva ronda de diálogo migratorio entre
Cuba y EE UU -
http://www.14ymedio.com/internacional/Viejos-migratorio-Cuba-EE-UU_0_1594040581.html
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