Tuesday, February 21, 2012

Seguirán cambiando la historia?

¿Seguirán cambiando la historia?
Martes, Febrero 21, 2012 | Por René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org -El jueves 9 el diario Granma
publicó el artículo "Historia con amnesia selectiva", consagrado a
Lituania. La autora, Aliana Nieves Quesada, hace en su trabajo amargas
consideraciones sobre la supuesta ingratitud de los habitantes de ese
país, que, según ella, fue "liberado… por el Ejército Soviético en
1944". Ante ese obvio intento por cambiar la historia, resulta oportuno
repasar los acontecimientos pasados.

Tras la revolución de octubre de 1917, varias comarcas del Imperio Ruso
aprovecharon el debilitamiento de éste para independizarse. Fue el caso
—entre otras— de Lituania, que se liberó en agosto de 1919. La
existencia legal de esos nuevos estados fue reconocida en la posguerra
por la misma Rusia y la comunidad internacional.

Tras el ascenso de Hitler al poder, Stalin lo caracterizó como el
elemento más agresivo del imperialismo mundial. Pero el 23 de agosto de
1939 los ministros de Relaciones Exteriores de ambos tiranos
suscribieron en Moscú el Pacto Mólotov-Ribbentrop. Aunque al documento
se le dio el nombre oficial de Tratado de No Agresión, sus cláusulas
secretas preveían el reparto del continente europeo entre Hitler y Stalin.

El execrable convenio prefiguró el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Una semana después de su firma, el Führer alemán, seguro de la
complicidad soviética, atacó Polonia. El amo de Moscú hizo lo mismo,
sólo que una quincena más tarde. Entre ambas potencias invasoras no hubo
el menor roce: el cuarto reparto del país católico se consumó en base a
lo acordado semanas antes en la capital rusa.

Comenzó entonces una verdadera orgía de ofensivas y anexiones. Las
perpetradas por los nazis son muy recordadas, pero Stalin no se rezagó.
Tras comenzar la digestión de su mitad de Polonia, el Ejército Rojo
atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939. La resistencia del pequeño
país nórdico fue heroica, pero sólo duró hasta marzo de 1940.

Tres meses después, tocó el turno a las repúblicas bálticas, entre ellas
Lituania. La versión oficial comunista es que en esos tres países, en el
mismo mes —junio de 1940—, hubo sendas "revoluciones populares
anti-burguesas". El enunciado es ridículo; incluso analizando lo
ocurrido con las oxidadas herramientas del marxismo se comprenderá que
esa espontánea simultaneidad es imposible; no es así como marcha la
Historia. En realidad, el Ejército Rojo se tragó por la fuerza esos
estados independientes.

El nuevo zar del Kremlin no pudo disfrutar en paz el fruto de sus
pillajes: en junio de 1941 sufrió el ataque de las tropas de Alemania y
sus aliados. Finlandeses, bálticos y rumanos (estos últimos también
habían sufrido en agosto de 1940 el despojo de la Besarabia) se unieron
al esfuerzo de guerra hitleriano. En el caso de Lituania es fácil
suponer que, a pocos meses de ser borrada del mapa, sus líderes y
ciudadanos hayan decidido poner en práctica el refrán: Donde hay
desquite, no hay agravio.

Al producirse la contraofensiva soviética, el Ejército Rojo reocupó
Lituania. No, señora castrista, en 1944 el país no fue "liberado", sino
que volvió a caer en las garras de Stalin. Usted menciona "la peste
parda", pero se olvida de la escarlata. Parece que desconoce —o no
quiere aplicar a ese país báltico— el pensamiento lapidario de Martí:
"Cambiar de dueño no es ser libre".

Con todos esos antecedentes, ¡podrá alguien asombrarse de que las
actuales autoridades lituanas hayan prohibido el uso no sólo de la
simbología nazi (cosa que la Nieves Quesada considera "algo lógico"),
sino también de la hoz y el martillo y las banderas rojas, emblemas bajo
los cuales el país perdió su libertad?

La articulista escribe que en marzo de 1990 Lituania "declaró su
independencia y comenzó su andadura individual". En puridad, esta
afirmación no es cierta: Pese a que es verdad que ese mes el país
báltico proclamó su separación de la URSS, no puede hablarse de
"andadura individual", pues los jefes del Kremlin siguieron
considerándolo parte de la Unión Soviética y actuaron en consecuencia.

Por ende, en enero de 1991 no hubo una "supuesta agresión de la URSS al
territorio lituano". La matanza de civiles en las inmediaciones de la
Televisión de Vilnius fue real, y la perpetraron fuerzas soviéticas
cumpliendo órdenes de Moscú. En resumen: si la colega Nieves Quesada
quiere hablar de "amnesia selectiva", haría bien en revisar primero sus
propias remembranzas.

http://www.cubanet.org/articulos/%c2%bfseguiran-cambiando-la-historia/

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